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Control, la mejor vacuna contra la corrupción

Invitado por Poder Ciudadano en ocasión de la presentación del Observatorio de Vacunas COVID-19, participé de una conversación sobre transparencia en las adquisiciones públicas frente a la urgencia de brindar inmunidad a la población.Invitado por Poder Ciudadano en ocasión de la presentación del Observatorio de Vacunas COVID-19, participé de una conversación sobre transparencia en las adquisiciones públicas frente a la urgencia de brindar inmunidad a la población. 

La pandemia, con la perspectiva del tiempo

Recientemente se cumplieron dos años desde aquella conferencia de prensa donde el Director de la OMS caracterizó al COVID-19 como una pandemia. 452 millones de casos después -con el beneficio de la perspectiva y munidos de datos comparados, avances científicos y ensayos diversos sobre cómo afrontar la pandemia- tenemos suficiente camino recorrido para empezar a evaluar las consecuencias. 

Algunos datos ilustran la profundidad del impacto: en los 30 años que lleva el índice de desarrollo humano de ONU esta es la primera vez que se verifica una regresión del indicador a escala global.  A su vez, se vive un retroceso en las libertades individuales en tiempos de paz y en tercer lugar -ahora específicamente con referencia a nuestra región- estamos en condiciones de afirmar que América Latina ha sido el epicentro geográfico de la pandemia; pese a tener menos del 10% de la población global, concentra más del 30% de los fallecidos por COVID-19.

En este contexto todos los gobiernos actuaron y se vieron obligados a tomar medidas en un entorno que sin dudas es complejo y difícil.

Malas decisiones

Cuando se analizan testeos, vacunas y número de personas fallecidas, la Argentina presenta de los peores indicadores a escala global. Pero además estamos frente a un verdadero drama, que abarca desde el derrumbe de la actividad económica y la ruptura de la cadena productiva, hasta el incremento de la pobreza y el empeoramiento de la calidad democrática.

Sin duda, hubo por parte del gobierno dos errores iniciales de cálculo: primero, subestimó la pandemia; luego sobreestimó la cuarentena. A estos diagnósticos equivocados se sumaron luego inconductas e incoherencias en la gestión de la pandemia que fueron agrandando la bola de nieve hasta que se llevó por delante la confianza y credibilidad social.

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General Política

El acuerdo más logrado

Alfonsín la llamó “la Constitución de todos”. A 25 años de su aprobación no hay duda de que el ex Presidente tenía razón. La Constitución Nacional de 1994 que hoy nos rige  fue el acuerdo mas cabal que hemos logrado los argentinos.

En ocasión de los 25 años de la Constitución Nacional de 1994, estuve en la Facultad de Derecho de la UBA, junto a Graciela Fernández Meijide y Alberto García Lema, colegas convencionales constituyentes, para conversar sobre reforma y democracia.

Me interesaba repasar el contexto político que condujo a la aprobación de la reforma constitucional.

La Constitución del ’53 había creado un presidencialismo intenso que tenía como contrapartida un poder legislativo débil; se había instalado a través de esa Carta Orgánica una asimetría en los pesos y contrapesos recomendados por la teoría política. Era, además, una Constitución con un menguado poder de control.

El primer antecedente de la reforma del ’94 es la solicitud que hizo Alfonsín, en marzo del ’86, al Consejo de la Consolidación de la Democracia. Le había requerido que -sin tocar la parte doctrinaria- razonara en la búsqueda del perfeccionamiento de la parte orgánica de la Constitución, sin cambios de extensión y condición del mandato (ver “Presidencialismo vs. parlamentarismo: materiales para el estudio de la reforma constitucional”, Eudeba, 1988).

Ocho años antes de la reforma del ’94, Alfonsín había iniciado el estudio de antecedentes para lograr una Constitución que atenuara el presidencialismo intenso de la que regía entonces.

Por otro lado, el Partido Justicialista había conformado una Comisión de Reforma Constitucional ad hoc, que había tenido varias reuniones en el año ’87, en mayo en La Falda, en junio en Bariloche y en noviembre en Parque Norte de la Ciudad de Buenos Aires.

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Internacional Opinión Política

Dos caminos para ir de dictadura a democracia


Monumento a la Constitución Española de 1978, una obra del artista gaditano Luis Quintero que simboliza un pájaro y una jaula – EFE.

En conmemoración de los 40 años de la Constitución Española de 1978, el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) organizó una sesión académica especial de la que fui partícipe, junto al Embajador del Reino de España, Lic. Javier Sandomingo Núñez y el Dr. Rosendo Fraga.

Quise aprovechar el espacio para reflexionar sobre la transición de la dictadura a la democracia y cómo resultó esa experiencia para los españoles, tanto en comparación con los argentinos como para ellos mismos en el contexto de su historia y de su relación con Europa.

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Economía General Política U.C.R.

Crisis Energética: Los Desafíos y los Consensos Imprescindibles

o_crisis-energetica-300x280 Estimaciones confiables señalan que, en el mundo,  alrededor de 2400 millones de personas dependen de la biomasa ( madera, ramas, hierba y estiércol) como fuente combustible y que cerca de 1600 millones carecen de acceso a la electricidad.

Al mismo tiempo se verifica una asimetría geográfica en el mercado ya que los países del NAFTA y Europa, juntamente con China, Japón y la India consumen dos tercios del suministro total de petróleo y disponen de sólo el 8 % de las reservas mundiales. En materia de gas, en tanto, esos mismos países consumen alrededor de la la mitad del total y disponen de alrededor del 9 % de las reservas.

Estos datos serían suficientes para llamar la atención sobre un tema relevante a escala global. Así, el problema de  la llamada seguridad energética, que en el pasado sólo hacía referencia a la noción de acceso, hoy se ha complejizado  y adiciona la idea de la diversificación de las fuentes.

En el caso de nuestro país el problema se agiganta por los déficits que hemos acumulado en la última década. De ahí que constituya un hecho auspicioso que el Radicalismo haya organizado recientemente el Foro de Política Energética para el Desarrollo Sustentable con la participación de desta  cados especialista de nuestro Partido, de otras fuerzas políticas y expertos independientes.

En ese Foro quedó demostrado que la Nación requiere la formulación de un Plan de largo plazo técnicamente factible, financieramente viable y ambientalmente aceptable por los ciudadanos; que debemos recuperar la producción nacional de hidrocarburos, en persistente decadencia desde 1998 en el caso de petróleo y desde 2004 en el caso del gas; que la industria refinadora debe operar en niveles de eficiencia competitiva; que el diseño de una estrategia de inversión en nuevas centrales eléctricas significa adoptar políticas públicas proactivas y que la definición de una estrategia nucleoeléctrica debe coordinar las capacidades de científicos, tecnólogos, instituciones públicas y empresas.

El encuentro sirvió para demostrar que el Radicalismo es un actor político dispuesto a trabajar en la construcción de  los consensos imprescindibles para abordar los Desafíos Políticos, Económicos y Ambientales de la década que se inicia en el Sector Energético.