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Después del Traspaso del Subte y la Rescisión de TBA: Todo Sigue Igual ( de Mal)

dda2e6_Electrificación El Gobierno de la Presidente Kirchner, a través del Decreto 793, rescindió la concesión a TBA con argumentos en los que  reivindica lo actuado desde el año 2003 por los secretarios del área, Ricardo Jaime -quien, además de las decenas de denuncias penales que enfrenta, mereció un libro por sus acciones-  y Juan Pablo Schiavi.

Más aún, a través del Ministro de Vido que formalizó el anuncio, intentó plantear que la decisión no tiene relación con la tragedia de Once del pasado mes de Febrero.

En verdad, la rescisión de la concesión a TBA es, como en su momento el traspaso del Subte a la Ciudad de Buenos Aires, una respuesta tardía y facilista a un problema mayor como el del transporte público de pasajeros en el Área Metropolitana que requiere una política integral de calidad que incluya un plan de obras de inversión, un modelo de gestión de los servicios, un esquema de financiamiento realista y ajustes en la organización institucional del sector.

En un reciente Informe, José Barbero, analiza la cuestión con la intención de contribuir a un debate ordenado e informado sobre el tema. Aquí los principales puntos.

– El histórico deterioro del sistema  ferroviario, con expresión en la reducción del volumen anual de cargas y de pasajeros transportados, se reflejaba – a fines de los ochenta- con una necesidad de financiamiento del Tesoro cercano al 1% del PBI. Ese deterioro estaba influido, entre otras cuestiones, por la inestabilidad de la conducción empresaria (40 Presidentes en 45 años) y por los cambios estructurales producidos,  donde el ferrocarril dejó de ser el transporte dominante y pasó a ser un medio de movilidad más, integrando un sistema complejo en el que camiones, ómnibus, automóviles, tuberías, aviones y sistemas de navegación fluvial disputaban, también, la demanda de cargas y pasajeros.

-Las transformaciones de los noventa en el sistema ferroviario tuvieron una razón fiscal y no una definición de política sectorial, y yo agrego como las transferencias a las Provincias de escuelas y hospitales en la dictadura.

-En la administración de los Kirchner los subsidios a los operadores pasaron de 140 millones de pesos en el año 2003 a 2500 millones en el año 2011, equivalente a 6 pesos por viaje realizado.

-En promedio, las inversiones básicas y complementarias en los ferrocarriles metropolitanos entre 2003 y 2010 fueron de alrededor 50 millones de dólares anuales, bastante menos que el promedio anual del período 1995-2000 que fue de alrededor de 70 millones de dólares por año.

-El nivel de inversión requerido para un sistema de 500 kilómetros de extensión se estima en un monto mínimo de 450 millones de dólares anuales, 10 veces más que lo que el Ministerio de De Vido ha invertido en los últimos años.

La conclusión de trabajo es definitiva: Las dificultades actuales no surgen como una herencia recibida de las reformas originales, sino que resultan de un modelo de gestión apoyado en un requerimiento masivo de subsidios operativos bajo reglas que no promueven el mejor servicio ni la eficiencia en la prestación que absorbió cuantiosos recursos que podrían haberse direccionado a inversiones para rehabilitar y mejorar los sistemas.

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Carlos Fuentes y el año 1968

carlos_fuentes_002 El fallecimiento de Carlos Fuentes tuvo, como no podía ser de otra manera, una extraordinaria repercusión periodística no solo en su México sino a escala mundial. En nuestro país, todos los medios dedicaron amplio espacio a la noticia desde muchas perspectivas, incluidas las que pintaban aspectos poco conocidos de su vida y los anticipos de dos textos, aún inéditos pero prontos a ser publicados,  sobre diálogos ficticios con Nietzsche y otro que recoge las memorias del escritor de sus encuentros con escritores, artistas y dirigentes políticos.

A mi me gustaría hoy recordar al Fuentes testigo de su tiempo a través de un libro breve, titulado Los 68, en el que se reúnen tres ensayos donde analiza los hechos de París, Praga y México de ese año editado, en el año 2005,  por la Editorial Debate.

Allí, Carlos Fuentes recuerda que el reclamo de la juventud en el Mayo Francés en la Ciudad de París “representó la insatisfacción con el orden conservador, capitalista y consumidor que había olvidado la promesa humanista de la lucha contra el fascismo”.

En el referido a  la Primavera de Praga,  consecuencia de un viaje a esa ciudad que Carlos Fuentes realiza con Gabriel García Márquez y Julio Cortázar donde Milan Kundera es el anfitrión, afirma que los jóvenes “encarnaron la crítica al orden impuesto por el Kremlin”.

En relación a los hechos de Tlatelolco en la Plaza  de las Tres Culturas en Distrito Federal de México, Carlos Fuentes los caracteriza como provenientes de una matriz más nacional que internacional y que “representan una ruptura flagrante entre la legitimidad revolucionaria reclamada como fundamento por todos los gobiernos y la evidencia contrarrevolucionaria de las prácticas represivas, antidemocráticas y antipopulares cada vez más acentuadas de los gobiernos emanados de la revolución”.

En su ensayo, Fuentes se pregunta si es válido hablar de las derrotas de esos movimientos y se responde, acertadamente,que los cambios posteriores -la renovación del socialismo en Francia, la implosión de la Unión Soviética y la alternancia en México después de siete décadas-  son, también, consecuencia de los episodios de aquel año sesenta y ocho.

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General Política

Chávez, los Derechos Humanos y el Mercosur

1201_cristina_chavez_g_tel.jpg_687088226 La Asamblea Nacional de la  República Bolivariana de Venezuela votó afirmativamente una propuesta gubernamental para estudiar la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los cuestionamientos del Gobierno de Chávez al desempeño de la CIDH no son nuevos y tienen un antecedente importante en el Informe que la Comisión produjo sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela a fines del año 2010.

El Informe, que dictamina  que en Venezuela se atenta contra la Democracia y los Derechos Humanos,  pudo realizarse a pesar que, desde el año 2003,  el Gobierno de Chávez viene impidiendo  la visita de la Comisión al país. Ese procedimiento de visitas en el terreno es algo que ha distinguido  el trabajo de la Comisión en los alrededor de 90 informes que ha realizado en diferentes países y circunstancias desde su creación, hace más de cincuenta años.

En los últimos años pude visitar Venezuela en varias oportunidades. En ocasiones  integrando la misión  de análisis de la situación política del país de la Internacional Socialista  y,  también,  como observador a las elecciones legislativas  y a las elecciones abiertas  de la coalición opositora, a principios de este año, donde masivamente surgió la candidatura de Henrique Capriles como candidato a Presidente para enfrentar a Chávez en la elección de Octubre de este año. En esas visitas comprobé la desnaturalización del sistema democrático y el impacto que el populismo político y el facilismo económico tienen en una sociedad con muchas asignaturas pendientes a pesar del “boom” petrolero.

Ahora bien, la iniciativa del Gobierno de Chávez de negarle competencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene implicancias de otro tipo y que alcanzan a nuestro país. Ello es así porque La concreción de esa iniciativa embiste contra el espíritu del Mercosur ya que, por el Protocolo de Asunción para Derechos Humanos del año 2005, los países miembros   se comprometen a la promoción y protección de ellos. En  efecto, en los fundamentos de dicho instrumento los países reafirman los principios y normas contenidas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y, en el artículo séptimo de la parte dispositiva, determinan que el presente Protocolo es parte integrante del Tratado de Asunción.

Es de esperar, por muchas razones, que el Gobierno de Chávez no avance en su propósitos y que el Gobierno de Cristina Kirchner se esfuerce en disuadirlo. En primer lugar porque la defensa y promoción de los Derechos Humanos no debe reconocer fronteras y ,en segundo término, porque si lo hiciera afectaría, aún más de lo que está, al Mercosur .

Por último, y no menos importante, porque los Argentinos de bien tenemos una deuda histórica con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA  que, cuando la dictadura asolaba nuestro país, nos visitó y produjo un Informe que constituyó un punto de inflexión en la lucha por la recuperación de la Democracia.

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YPF: La Emoción y Las Razones

Una situación problemática asegura su permanencia en el tiempo de dos maneras. La primera es si los encargados de resolverla tienen una actitud negadora frente al problema, y la otra es si la manera de enfrentarlo es basándose en diagnósticos equivocados.

En el caso de YPF los gobiernos de los Kirchner han incurrido en los dos tipos de errores posibles y esa evidencia impregna, como no puede ser de otra manera, la valoración de la iniciativa oficial.

A continuación se presentan algunos aspectos que requieren ser considerados:

Antecedentes

1. La Argentina accedió al autoabastecimiento energético en 1988, en el Gobierno del Presidente Alfonsín, ochenta años después del descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia. La cuestión energética es consustancial con el Radicalismo, de hecho YPF fue creada por el Presidente Yrigoyen en el año 1922 y sus primeros y fundamentales desarrollos fueron posibles por la gestión del General Mosconi, designado titular de la misma por el Presidente Alvear.

2. La administración peronista del Presidente Menem inició la privatización en 1992 y el Estado vendió su último 20% de la compañía a Repsol en el año 1998 que, a su vez, compró al año siguiente el remanente de acciones cotizado en Bolsa.

3. Con posterioridad al colapso del régimen de convertibilidad, la combinación de demanda creciente – exarcebada la mejora relativa de la actividad económica por precios subsidiados de los productos energéticos- y mermas en la producción doméstica de gas y petróleo -en el período 1998-2011 la producción de petróleo decayó un 32% y la de gas, por su parte, se redujo el 11% desde el año 2004- condujo a requerir, en el último año, importaciones por casi 10 mil millones de dólares llevando la balanza comercial energética a un registro negativo de alrededor de 3200 millones de dólares. Se espera, además, para este año importaciones superiores a los 12000 millones de dólares.

4. Así, el autoabastecimiento energético que demandó ochenta años alcanzar dejó paso, algo más de dos décadas más tarde, a un estado de vulnerabilidad creciente en un insumo estratégico desde todo punto de vista.

La Respuesta del Gobierno

5. Pasada la elección de Octubre del año pasado, el Gobierno de la Presidente Kirchner anunció la puesta en práctica de un esquema de política económica que incluía la eliminación de subsidios y un tope del 18% en las negociaciones salariales. Estos criterios hoy abandonados, presentados bajo la idea de la “sintonía fina”, tenían el objetivo de atender los requerimientos de las cuentas externas y el sector público, que se habían transformado en deficitarios, y ya no eran más los “pilares del modelo” que tan intensamente pregonaba el discurso oficial.

6. ¿Por qué no se habló más de la “sintonía fina” que, en rigor, era munición gruesa para el dispositivo de poder oficial? En primer lugar porque el Gobierno no se dispuso a afrontar los costos de decisiones que diluían su discurso “progre” –aumentos de tarifas, salarios por debajo del incremento de precios y, en consecuencia, menor ingreso disponible para cebar la bomba del consumo- y afectaban su base de sustentación social.

7. En segundo término, porque la consideración social sobre el Gobierno se vio afectada por la tragedia del accidente ferroviario de Once, haciendo socialmente inviable los incrementos tarifarios, y por las derivaciones del “Caso Ciccone”, que desnudaba el tráfico de influencias desde el vértice del poder político y condicionaba el desempeño de la clara mayoría legislativa obtenida en la última elección. En efecto, el primer trimestre del año la confianza en el Gobierno, afectada también por un contexto de amesetamiento de la actividad económica con inflación de dos dígitos, se había reducido en un 30%, según el estudio sistemático que desde hace 10 años realiza la UTDT.

8. Ante este panorama, el Gobierno decide evitar correr riesgos políticos derivados de la puja distributiva, desentendiéndose así de enfrentar las exigencias de un esquema económico que alcanzó sus límites. Para ello repite la estrategia del año 2008, en ocasión de la crisis política originada en las retenciones móviles a la exportación de productos agropecuarios, cuando sorpresivamente propuso la estatización de Aerolíneas Argentina. En esta ocasión lo hace propiciando una iniciativa, la expropiación del 51% del patrimonio de YPF, que moviliza sensibilidades históricas y es capaz de conseguir simpatía social y amplio apoyo parlamentario.

9. En el corregido discurso oficial se retoma el fraseo tradicional del “relato” para el objetivo de profundizar el modelo. Ahora, mediante la recuperación de la soberanía energética que desplaza la sintonía fina, dos objetivos y políticas que, además de contradictorias, están ausentes en la Plataforma electoral del oficialismo en la última elección.

10. A partir de la iniciativa oficial se impone una pregunta crucial: ¿La expropiación de YPF asegura el autoabastecimiento energético, a través de incrementos en la producción de gas natural y petróleo, que – según el Proyecto del Poder Ejecutivo- es de interés público y objetivo prioritario de la República Argentina?

11. La respuesta es obvia: si no hay un cambio en la política energética que llevó adelante el gobierno de los Kirchner no hay ninguna razón para esperar el cumplimiento del objetivo del autoabastecimiento.

12. Ello es así no solo porque YPF es una porción, hoy reducida, de la actividad de exploración, producción y refinación del mercado de petróleo y derivados. En efecto, YPF hoy produce apenas un tercio del petróleo que se explota en la Argentina y apenas un 25% del gas natural.

13. La verdadera causal de disminución en la producción de gas natural y petróleo es la merma de las reservas comprobadas de hidrocarburos que, por su parte, está relacionada con la caída de de la inversión exploratoria y que, por otro lado, alcanza a todo el conjunto empresario que desarrolla la actividad. El año pasado la caída en la producción, para el conjunto de empresas que representan el 90 % de la oferta de petróleo y gas, cayó un 6% en el caso del petróleo y casi un 4% en el caso del gas natural.

14. Un indicador claro de la menor actividad generalizada en el sector es que, mientras en la década de los ochenta los pozos en exploración fueron en promedio 103, en la década pasada se redujeron a 41 pozos promedio y solo fueron 68 el año anterior. La razón de la caída no hay que buscarla en motivos geológicos ni en la composición accionaria de YPF sino que, por el contrario, reside en las definiciones de la política sectorial.

15. Una consecuencia fatal de la política energética es que dejó de aportar al saldo favorable de la balanza comercial. En efecto, como consecuencia de un proceso gradual de creciente necesidades de importación, el año pasado el saldo negativo de la balanza comercial energética fue de 3200 millones de dólares y se espera que este año sea equivalente al saldo comercial favorable del resto del comercio internacional de la Argentina.

16. Es imposible pensar en mayores y auténticas inversiones de riesgo en el sector mientras se mantenga vigente una política que, por ejemplo, estimula la importación de gas. Hoy en nuestro país se paga el gas en la frontera con Bolivia casi cuatro veces más, y el que se compra con contratos nada transparentes en barcos regasificadores seis veces más, que el precio con el cual se remunera en nuestro territorio a los productores locales, sean éstos una empresa nacional, extranjera o estatal.

17. Este verdadero despropósito no admite justificación de ningún tipo, tampoco argumentos de redistribución de ingresos, ya que los subsidios de más de 42000 millones de pesos que el año pasado requirió el sector energético – 20 veces más que en el año 2005- no alcanzan a casi la mitad de la población que, según el Censo del año 2010, no acceden al gas por red domiciliaria sino que están obligados a consumir, y a pagar precios a valores internacionales, gas en garrafas.

18. Un aspecto institucional central para entender el problema, y que relativiza la importancia de la composición accionaria de YPF, es que la Constitución Nacional prescribe que son las Provincias las titulares del dominio sobre los hidrocarburos.

19. En uso de sus competencias, en años recientes, algunas provincias decidieron licitar y adjudicar 166 áreas para la exploración petrolera. Este hecho, que podría valorarse como promisorio, empalidece cuando se sabe que la exploración de más de la mitad de las áreas fueron adjudicadas a empresarios amigos del poder sin experiencia en la actividad. Por caso, en la Provincia de Santa Cruz, se licitaron y adjudicaron 14 bloques de exploración y explotación que cubren 7,2 millones de hectáreas, quedando descalificados, como oferentes, importantes y experimentadas empresas como YPF, Petrobras, Tecpetrol, Pluspetrol y otras.

20. Así, la política energética de los gobiernos peronistas dilapidó el logro histórico del autoabastecimiento energético que, trabajosamente a lo largo de ochenta años, finalmente se consiguió en el gobierno del Presidente Alfonsín. Para ello promovieron con Menem la privatización de YPF – contrariamente a lo hecho por otros países productores como Brasil y México- , y luego -con los Kirchner- a través de una política sectorial que desalentó el desarrollo de la producción local, consumió divisas, exigió recursos públicos crecientes para una política de subsidios regresiva y favoreció el florecimiento del capitalismo de amigos.

21. ¿Habrá algún otro caso en la historia contemporánea donde la política pública de un partido en el gobierno, tan equivocada y nociva para los intereses nacionales como la energética – que además conspira contra las aspiraciones de las mayorías sociales-, pueda usarse como excusa y aspire a convertirse en la justificación de otra que tampoco esté a la altura de los desafíos que la época nos impone? Difícil saberlo. En cualquier caso el futuro inmediato depende, en última instancia, de lo que hagamos los que no compartimos el populismo político y el facilismo económico característico del justicialismo.

La Posición del Radicalismo

22. El Radicalismo se opuso a la privatización de YPF y Gas del Estado en el Gobierno Justicialista de Menem, y no solo por el escándalo que significó la presencia de falsos diputados para aprobar leyes. También se diferenció cuando la venta de acciones sirvió para dar aire fiscal a un régimen de convertibilidad agonizante.

23. En el pasado reciente alentó la búsqueda de coincidencias para afrontar la crisis, que el gobierno se empecinaba en negar, y sus expertos contribuyeron a crear el foro de los ex secretarios de energía de gobiernos democráticos suscribiendo una propuesta suprapartidaria dotada de solvencia técnica y viabilidad política. Estas iniciativas fueron acompañadas por actividades institucionales del Comité Nacional partidario, a través de seminarios temáticos, que fueron torpemente descalificadas por los funcionarios peronistas del área.

24. En línea con estas acciones, en la última elección presidencial la Plataforma de la UCR sostuvo los siguientes puntos sustanciales en el área energética:

– Realizar auditorías integrales e independientes de concesiones de explotación y permisos de exploración.

– Promover una nueva ley de hidrocarburos que incluyera la creación de una Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocombustible.

– Retirar las áreas off-shore de la jurisdicción de Enarsa y licitar a través de una modalidad de contratos de asociación similar al llamado Plan Houston.

– Realizar una auditoría integral de los contratos de importación de combustibles.

25. El posicionamiento del Radicalismo, definido luego de una discusión conjunta de los Bloques Legislativos y las autoridades del Comité Nacional, se distingue por la coherencia y la responsabilidad política.

26. La UCR rechazó en el Congreso el DNU del Poder Ejecutivo que dispuso la intervención de YPF, llevada a cabo con procedimientos que ni el Gobierno del Presidente Chávez practica, porque hubiera correspondido una intervención judicial que otorgara dicha facultad de intervención. Otra razón adicional al rechazo del Radicalismo es la designación del interventor, precisamente el principal responsable de la política que llevó a la pérdida del autoabastecimiento energético.

27. En el Dictamen que votó la UCR, además de proponer la realización de auditorías de las concesiones, se propicia el control de la AGN negado explícitamente en el proyecto oficial –repitiendo textual el párrafo respectivo de la ley de privatizaciones del Presidente Menem- y se postula la creación de una Agencia Federal de Hidrocarburos replicando el modelo organizacional de la República de Brasil. Más importante, se rechaza la expropiación y se promueve una compra consensuada del 51% de las acciones, valuación mediante con control parlamentario, de los dos grupos privados accionistas de la compañía de manera proporcional.

28. El Radicalismo tuvo un solo voto afirmativo al proyecto oficial: el que declara de interés público y como objetivo prioritario el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos y consiguió incorporar en el texto, porque estaba ausente en la iniciativa oficialista, la actividad de exploración a las de explotación e industrialización.

La Polémica

29. Los cuestionamiento a la decisión institucional de la UCR se centraron en que su actitud diluía su papel de oposición a un Gobierno que, en nuestra caracterización, aísla a la Argentina con una política exterior errática y carente de profesionalismo, desaprovecha una coyuntura internacional histórica excepcional al consolidar una estructura productiva que no permite resolver las flagrantes desigualdades sociales y regionales; atropella las instituciones republicanas mediante la concentración de poder presidencial y el desapego a la ley; y escandaliza a los ciudadanos con las conductas impropias de funcionarios y cargos electivos de máxima responsabilidad.

30. En términos de acción política, el poder -para este gobierno- es una colina estratégica a conquistar que exige, siempre, la derrota del oponente. La lógica binaria del poder ejercitada desde el Gobierno, que estigmatiza a quien piensa distinto, es una versión de este siglo del viejo movimientismo, tan característico de muchos países de América Latina. El movimientismo identifica como enemigos, sean éstos intelectuales, una fuerza política o un periodista, a quienes no forman parte de su proyecto.

31. Esa lógica del blanco y negro -tan nociva para la salud de la democracia representativa- requiere, para ser eficaz, de aceptación social. Exige que los otros protagonistas de la vida social – partidos, sindicatos, medios de comunicación social, organizaciones empresarias y de la sociedad civil- las validen con su accionar. En otros términos, es condición para su desarrollo que todos crean que las actitudes sean, en todo momento y circunstancia, a todo o nada.

32. Esa dialéctica del cero o el infinito es una rémora de los largos años de dictaduras y autoritarismos que recorren nuestra historia. Esa situación, junto con la debilidad del sistema político de nuestro país, es lo que permite entender cómo una posición de firme oposición y coherencia política puede ser confundida con complacencia.

33. En nuestra concepción, el poder es una construcción social – de ninguna manera una conquista que exige la derrota inexcusable del otro- para producir transformaciones. Por eso es imprescindible que nuestra acción política señale y advierta la necesidad de promover un cambio en nuestra cultura política.

34. Creer en la imposibilidad del cambio de nuestras conductas políticas, con el argumento de que constituye una raíz cultural, es una concepción profundamente conservadora. La acción política, precisamente, se caracteriza por su potencialidad para modificar pautas culturales y esa sí que es una creencia hondamente progresista.

35. Del mismo modo nuestra acción política debe enfatizar en la necesidad de reconstrucción del sistema de partidos en la Argentina porque ese es el mejor antídoto frente a los populismos. El populismo, hoy presente en la Argentina como en otros países de América Latina, tiene antecedentes. En los años cuarenta con un discurso nacionalista, en los noventa con impronta neoliberal y ahora en versión progresista. Pero siempre populismo por su exaltación de la relación directa del líder con las masas, por sus tonos fundacionales al cuestionar el pasado, al que responsabiliza de las frustraciones presentes. El rasgo distintivo del populismo es la subestimación de la democracia de partidos y el descreimiento en la democracia representativa.

36. Otro imperativo de nuestra acción política es denunciar la carencia de visión estratégica que distingue el facilismo económico de las administraciones populistas. Sus decisiones, por lo general arbitrarias y discrecionales, responden a la lógica de disponer de recursos de poder – económicos, institucionales o políticos- procurando estar en sintonía con amplios sectores de la opinión pública. Corto plazo, recursos en sentido amplio y opinión pública, así fue en la década del noventa y así es ahora para favorecer, hoy como ayer, a los empresarios cercanos al poder de turno.

37. Desde esta aproximación la decisión institucional del Radicalismo es acertada porque cuestionó la lógica del todo o nada que esteriliza la acción política y la reduce a la oposición in totum sin alternativa ni propuestas; porque su posicionamiento fue resultado de una decisión institucional poniendo en valor la vigencia de los partidos políticos; porque impugnó severamente el facilismo económico del populismo político que, en los últimos veinte años privatizó, luego argentinizó y ahora expropia la mayoría accionaria de YPF, dilapidó el autobastecimiento energético.

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Latinoamérica: Violencia y Vida Cotidiana

Puerta de cceso a un comercio en Guatemala Es sabido que América Latina es la región más desigual del mundo. En cambio, es poco conocido que otro triste atributo la distingue: ser una de las más violentas del planeta.

En efecto, en la última década los homicidios crecieron de manera sostenida llevando a que la región sufra una epidemia de violencia que, de acuerdo a la OMS,  se alcanza cuando se supera el límite de 10 homicidios por 100 mil habitantes.

En nuestra  región de América Latina  los países centroamericanos son, junto con México, los más afectados con cifras que para la última década oscilan entre 40 y 50 homicidios por cada 100 mil habitantes, que se contrasta desfavorablemente con el promedio mundial de 6,9  y que, incluso, supera el promedio de 17,4 que tiene el continente africano.

En Guatemala, donde estoy esta semana en función de mi responsabilidad como Coordinador del Programa de Fortalecimiento Legislativo de FLACSO  que capacita legisladores nacionales de todos los países de América Latina, la ciudad capital tiene tasas superiores a 100 homicidios año, siendo los niños, niñas y jóvenes – particularmente de sectores medios y bajos- uno de los grupos más vulnerables.

Los estudios realizados indican tres causas básicas que explican la situación: el tráfico de drogas, la violencia juvenil y la disponibilidad de armas de fuego. En relación  a este último punto, se estima que en América Latina existen entre 40 y 65 millones de armas de fuego.

Sin embargo, es difícil pensar que la situación de violencia no tenga alguna relación con la historia reciente de Guatemala que, hasta los acuerdos de paz en el año 1976, sufrió una guerra por casi cuarenta años que incluyó la persecución y muerte de decenas de miles de indígenas, desplazamiento forzado de población civil y sucesión de generales en la presidencia, uno de los cuales era conocido con el nombre de “El Chacal”.

Como en otros muchos países, Sudáfrica entre ellos, la experiencia de la CONADEP fue tomada como antecedente para la investigación y esclarecimiento del pasado. En el caso de Guatemala fueron los Obispos de la Iglesia Católica quienes  redactaron el  Informe Guatemala Nunca Más: Informe para la Recuperación de la Memoria Histórica

Como dice Joaquín Villalbos, un ex comandante del Frente Farabundo Martí de El Salvador, Centroamérica -una región violenta, pobre, políticamente inestable y la más vulnerable a los desastres naturales del continente- no puede salvarse sola y necesita de un vasto plan de cooperación internacional que le permita superar la cultura de convivencia con la violencia que existe en las élites.