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Carlos Fuentes y el año 1968

carlos_fuentes_002 El fallecimiento de Carlos Fuentes tuvo, como no podía ser de otra manera, una extraordinaria repercusión periodística no solo en su México sino a escala mundial. En nuestro país, todos los medios dedicaron amplio espacio a la noticia desde muchas perspectivas, incluidas las que pintaban aspectos poco conocidos de su vida y los anticipos de dos textos, aún inéditos pero prontos a ser publicados,  sobre diálogos ficticios con Nietzsche y otro que recoge las memorias del escritor de sus encuentros con escritores, artistas y dirigentes políticos.

A mi me gustaría hoy recordar al Fuentes testigo de su tiempo a través de un libro breve, titulado Los 68, en el que se reúnen tres ensayos donde analiza los hechos de París, Praga y México de ese año editado, en el año 2005,  por la Editorial Debate.

Allí, Carlos Fuentes recuerda que el reclamo de la juventud en el Mayo Francés en la Ciudad de París “representó la insatisfacción con el orden conservador, capitalista y consumidor que había olvidado la promesa humanista de la lucha contra el fascismo”.

En el referido a  la Primavera de Praga,  consecuencia de un viaje a esa ciudad que Carlos Fuentes realiza con Gabriel García Márquez y Julio Cortázar donde Milan Kundera es el anfitrión, afirma que los jóvenes “encarnaron la crítica al orden impuesto por el Kremlin”.

En relación a los hechos de Tlatelolco en la Plaza  de las Tres Culturas en Distrito Federal de México, Carlos Fuentes los caracteriza como provenientes de una matriz más nacional que internacional y que “representan una ruptura flagrante entre la legitimidad revolucionaria reclamada como fundamento por todos los gobiernos y la evidencia contrarrevolucionaria de las prácticas represivas, antidemocráticas y antipopulares cada vez más acentuadas de los gobiernos emanados de la revolución”.

En su ensayo, Fuentes se pregunta si es válido hablar de las derrotas de esos movimientos y se responde, acertadamente,que los cambios posteriores -la renovación del socialismo en Francia, la implosión de la Unión Soviética y la alternancia en México después de siete décadas-  son, también, consecuencia de los episodios de aquel año sesenta y ocho.