En el invierno pasado, cuando leía un muy interesante texto que revisa y sistematiza la bibliografía sobre violencia política en Argentina, recibí un mail de Luis Alberto Romero, el destacado historiador autor de ese ensayo bibliográfico.
El nunca respondido correo electrónico de Luis Alberto, que reconocía estar “en un día con resfrío y fiebre”, me informaba y me animaba a participar en el Concurso de Ensayo de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas que ese año tenía como tema “El gobierno de Raul Alfonsín”.
A favor de aceptar el desafío debían considerarse las variadas lecturas realizadas de tantos trabajos publicados; las respuestas a innumerables requerimientos periodísticos; las consultas recibidas de muchos académicos que estudiaron ese proyecto político de la inauguración democrática y, por cierto, la propia experiencia como protagonista de esta histórica etapa de la vida social argentina.
El retroceso relativo de la Argentina, incluso respecto a nuestros vecinos de la región, está fuera de discusión. En efecto, en el Índice de Desarrollo Humano confeccionado por la ONU nuestro país se sitúa en el puesto 48 sobre 193 naciones, habiendo descendido 14 posiciones entre los años 2005 y 2022.
Esa notoria regresión es la consecuencia de una “policrisis” de naturaleza económica, política, de conductas sociales y de actitudes individuales que tiene evidentes consecuencias en el plano fiscal.
La actual Administración subestima la complejidad del problema y asume que la dimensión fiscal explica por sí sola la crisis multidimensional que agobia a los argentinos y, además, ha decidido afrontarla con desinhibido desapego a los principios del estado de derecho.
El pasado lunes 30 de septiembre conversé con Carlos Pagni en su programa Odisea Argentina sobre los desafíos que enfrenta Argentina.
Hablé del estancamiento económico que hemos vivido desde 2011 hasta 2023, con una caída del 12% en el ingreso por habitante, lo cual ha impactado directamente en el aumento de la pobreza.
Los números recientemente publicados en el informe de la Encuesta Permanentes de Hogares (EPH) del Indec son estremecedores:
- La pobreza creció hasta 52,9% en el primer semestre del año, alcanzando a 24,9 millones de personas en Argentina.
- Más de dos tercios de los menores de 18 años son pobres en nuestro país.
