Una agenda de futuro
El resultado electoral de octubre consolidó un escenario -una sociedad polarizada y distanciada de la vida política- y confirmó una necesidad: construir una opción de cambio asentada en los principios constitucionales y los valores históricos de libertad e igualdad para todos los argentinos.
Esa construcción, que debe contar con el protagonismo del Radicalismo, requiere de una coalición social que la sostenga, un instrumento político que la oriente y un liderazgo que la conduzca.
Pero también, sin ningún tipo de dudas, requiere de una actualización programática que, reconociendo los múltiples y vertiginosos cambios de escala planetaria, identifique los desafíos que debemos afrontar para vivir en un país que posibilite el progreso social y la realización individual de todos los argentinos.
Sabemos que la democracia no es posible sin partidos políticos, pero también sabemos que los partidos están en deuda con la sociedad.
El debate horizontal, franco y abierto sobre la problemática social y las posibles alternativas es una de esas deudas que el Radicalismo debe honrar. Ese es el propósito del trabajo que suscribo y que podés descargar aquí -resultado de consultas con destacados expertos, académicos y actores políticos- y que aspira a contribuir a una productiva discusión que conduzca a un positivo cambio político en la Argentina.
