Ante al fracaso del kirchnerismo, Milei se inspira en principios igualmente extremos, pero de signo contrario; es preciso volver a la sensatez como virtud política para trazar un largo plazo virtuoso.
En una sociedad con una justificada desconfianza en la actividad política, la construcción de una alternativa democrática y republicana es un emprendimiento colectivo tan complejo como necesario, dado que la polarización de las opciones extremas lleva en nuestros días a una brutal simplificación que no da cuenta de la rica diversidad del país ni de sus amplias posibilidades de desarrollo nacional.
Entre ambos polos se encuentra un archipiélago de fuerzas que ofreció poca competitividad a un electorado cuyas preferencias no son tan diversas.
