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Una Esperanza en Marcha

Con la firma del acta constitutiva del Frente, realizada en un acto al que asistieron más de 2500 personas en un teatro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los principales referentes de los partidos que lo integran: la Unión Cívica Radical; el Partido Socialista; la Coalición Cívica; Proyecto Sur; el GEN; el PSA y Libres del Sur, refrendaron un acuerdo sobre lineamientos políticos comunes, entre los que se destaca el sostenimiento de la ética pública como condición indispensable de la convivencia social: “La ejemplaridad de las conductas y la honestidad en el ejercicio de funciones de gobierno son tanto un imperativo moral, como una garantía de una justa distribución de los dineros públicos”, reza entre otros conceptos, el manifiesto fundacional.
En términos electorales se puede especular con que el Frente reúne un tercio del electorado, teniendo en cuenta el desempeño de la elección de 2009 y el potencial de cada uno de los candidatos que ya han anunciado su postulación para 2015, aunque esa lista pueda ampliarse.
Por supuesto que el Frente, sobre el que ya el Jefe de Gabinete como vocero del oficialismo atacó acusándolo de conjunto de traidores y responsables de hiperinflaciones, tiene por delante dos desafíos cruciales para llegar al 2015 con chances de mejorar lo que hoy es un lugar en la segunda vuelta presidencial: Primero, establecer un estilo de comunicación que asegure el conocimiento de sus figuras y propuestas y, sobre todo, que muestre que es una fuerza de partidos y no sólo un conjunto de líderes. Para esta tarea ya ha logrado la atención masiva del periodismo que, como es su tarea, escarbará en las hendijas del Frente y no en las solideces de su arquitectura. Y segundo, que logre articular para cada necesidad de la ciudadanía una propuesta de política pública coherente y sostenible.
Para Macri – que queda cuarto con la aparición de la coalición – el Frente es tan mala noticia como lo fuera UNEN en la Ciudad. En agosto de 2013, los candidatos del PRO mostraban una gran ventaja en las encuestas previas a la formación de UNEN, considerado cada candidato por separado. Las PASO en la Ciudad cambiaron esa tendencia. Macri, por la escasa territorialidad del PRO, sigue teniendo una muy débil situación a nivel nacional y necesita aliarse con líderes provinciales para tener chances en el 2015. Esta debilidad del PRO es una fortaleza del Frente.
Para Sergio Massa, que se mantiene estancado en las encuestas, la estrategia es la misma, con la diferencia de que es un auténtico catch all en la arena política, le va tanto un barón peronista del conurbano como un intendente vecinalista de la tercera sección. No sería de extrañar que la necesidad los viera repetir la alianza que ya formaron en 2013 en la provincia de Buenos Aires, de cara al 2015, año en el que tanto Macri como una decena de gobernadores deberán proyectar su futuro político fuera de sus actuales cargos.
Mientras el oficialismo amaga con una serie de candidatos, sin definir ninguno, e inseguros de que la presidente pueda terciar en la elección o veto de su sucesor o de su acompañante en la fórmula, el Frente ya tiene asegurado en su acta constitutiva las PASO como mecanismo de elección de candidatos, una herramienta que ya ha puesto en práctica con éxito en la Ciudad de Buenos Aires.
El Frente es una esperanza en marcha. Sin embargo, César Tcach, desde la Universidad de Córdoba nos recuerda un dato importante para tener en cuenta: “Por cierto, la formación o no de coaliciones, su eficacia y perdurabilidad se correlacionan con las características del sistema político. Se puede afirmar que un régimen político de tipo presidencialista que se caracteriza además, por la centralización de recursos en el Estado Nacional, genera un conjunto de incentivos selectivos que opera en detrimento de la estabilidad coalicional.”
El presidente del radicalismo, Ernesto Sanz admitió que los personalismos "tienen su peso" en esa coalición. "De hecho, en la Argentina la política tiene un fuerte contenido personalista, pero en este caso todos hemos sido capaces de dejar de lado nuestras cuestiones individuales para construir un espacio común", subrayó y agregó que todos los dirigentes de esa corriente política "tenemos conciencia de que lo colectivo está por encima de cada uno de nosotros".
Se presenta así un nuevo actor en la escena política que ha hecho mucho ruido con su aparición, luego de una importante maduración y un trabajo de consolidación para presentarse en sociedad. Los desafíos están planteados. Si la Argentina que queremos ha de tener bases sólidas expresadas en políticas públicas consensuadas y en una institucionalidad que trascienda a sus ocasionales representantes, el Frente tiene la gran oportunidad de dar el ejemplo y demostrar que una organización democrática y republicana de la sociedad es mejor a un esquema en el que predomina la voluntad encarnada en un liderazgo omnisciente.
Economía a ciegas
El “modelo nacional de matriz diversificada e inclusión social”, hace ya varios años que no responde a nada de su larga denominación: la trasnacionalización ha avanzado, la reprimarización también y la inflación alejó a un conjunto de la sociedad que se había “arrimado al consumo” con la extensión de la jubilación y la AUH que hoy pagan beneficios que, para algunos especialistas, están por debajo de la línea de pobreza.
Es que esa línea, la borró el gobierno para que no se sepa a cuantos ha dejado del lado sumergido. En un verdadero papelón del Ministerio de Economía que mantiene a la gente de Guillermo Moreno al frente del Indec, la gestión “Cokicillof” adujo problemas de “empalme” que resolverá desde la metodología. Si tardaron tres años en la metodología del nuevo IPC, imaginemos que hasta el fin del mandato no habrá estadística para conocer los niveles de pobreza e indigencia.
Hasta entonces todo quedará en la retórica política: Jorge Capitanich, Axel Kicillof y Carlos Tomada ya califican a los estudios privados como operaciones de la oposición y buscan subterfugios para justificar “lo bien que se está” luego de la "década ganada", siempre comparada con la crisis de 2001.
Estudios del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, estiman que "en la Argentina la pobreza se ubicaría cerca de 30 y la indigencia, en 10 por ciento, aún usando las canastas básicas medidas por el INDEC"… … "La pobreza bajó hasta 2010 y 2011, tendió a aumentar en 2012 y subió en 2013, medidas con los datos del INDEC. Lo que hay que señalar es que la indigencia no subió tanto, (sino que) se mantuvo estable en 8 ó 9 por ciento debido a la Asignación Universal por Hijo", sostuvo su titular Agustín Salvia.
Otro dato falseado por el Ministerio de Economía – y señalado desde esta publicación hace tiempo – es el del superávit comercial del año 2013. El Indec “actualizó” ese resultado reduciéndolo en 1366 millones de dólares sin dar explicación alguna.
El nuevo IPC, luego de un debut razonable: ¿será confiable en manos de estos falsificadores de datos públicos? Es probable que siga los pasos de las estadísticas falsas de un gobierno dispuesto a todo con tal de seguir sosteniéndose en el poder. Para eso necesita no contradecir su “relato”: el aumento de la pobreza sería un misil en la línea de flotación de la versión oficial de la historia reciente.
Mientras esto ocurre, en forma lenta, los efectos de la devaluación de enero se van perdiendo y la corrosión inflacionaria colocará al dólar en el casillero del retraso. Para peor, la reducción del nivel de actividad – el aumento de las tasas pega duro en las Pymes – nos acerca a la estanflación.
Lo que podría ser una buena noticia, es decir, la compra de divisas por parte del BCRA, no es más que la advertencia de que pasada la liquidación de la cosecha el segundo semestre sólo dejará la opción del financiamiento internacional – aún cerrado – para pagar importaciones que hoy están “pisadas” y que tienen en el rubro energético su cuenta más pesada. Vale recordar que el BCRA está comprando mucho menos de lo que vendió en el verano y que esa recuperación la deberá utilizar el país para pagar importaciones necesarias para producir. Muchos dilemas para un gobierno débil.
Seguridad a tientas
La Ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez y su segundo Sergio Berni asistieron a la comisión bicameral de Fiscalización de Seguridad Interior, para hablar de un asunto de gran repercusión pública, en la misma semana en que – además de los crímenes ya habituales – el senador Aníbal Fernández fue asaltado, aquel que acuñó lo de la “sensación de inseguridad”.
El encuentro al que los funcionarios y legisladores presentes deben discutir un asunto álgido, debe hacerse sobre la base de la argumentación política, porque los datos de criminalidad – al igual que los del Indec – hace años que nos se elaboran. Así las cosas, Berni aceptó que hay 500 pistas clandestinas de aterrizaje, asunto sobre el cual responsabilizó a la Justicia: “Necesitamos flexibilizar la justicia. Agilizar las causas. Más juzgados federales son bienvenidos, pero lo que le pedimos al presidente de la Corte Suprema son secretarías especiales”, solicitó.
El senador Gerardo Morales, le recordó a Berni en la comisión, que el Jefe de Gabinete en su rendición de cuentas en el Senado había asegurado que no había pistas clandestinas, mostrando que existen grandes contradicciones en asuntos de vital importancia para la ciudadanía.
La información que es tan valiosa para gobernar – la información es poder – está dejando de ser producida por el gobierno y pasará a manos privadas, porque es un espejo que le devuelve a la presidente una imagen que no le gusta. Tal vez tampoco repare que cuando inaugura con Florencio Randazzo los nuevos trenes chinos del Ferrocarril San Martín – fabricados en China – soslaye el hecho de que en su gestión la reindustrialización tan mentada es otro de sus espejismos.
En la década de l940, China estaba en plena revolución agraria y los Ferrocarriles Argentinos se fabricaban aquí. Hoy, después de las tasa de crecimiento más espectaculares de la historia argentina, vendemos a China soja a granel a cambio de trenes de última generación. El relato hace agua por todas partes.

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Nuevo Número de Escenarios Alternativos

 

"EL KIRCHNERISMO TRAJO MUCHO CONSUMO Y POCA MODERNIZACIÓN", afirma Pablo Gerchunoff en un diálogo ameno en el que repasa los rasgos más salientes, tanto positivos como negativos, del ciclo económico kirchnerista y el probable impacto en los futuros gobiernos.

Luis Aznar en una sentida carta titulada: “MUCHAS GRACIAS SEÑORA PRESIDENTA, PERO NO”, declina el rol anunciado por Cristina Fernández en una de sus últimas cadenas nacionales. “Lo que pasa Señora Presidenta; es que –respetuosamente se lo digo- yo ya tuve una Señora mamá. Era platense como Ud. pero pincharrata y anarco-sindicalista, muy lejos de sus preferencias y preocupaciones. A fines de los años veinte del siglo pasado con un grupo de militantes amigos hacía teatro con y para trabajadoras y obreros en Berisso. ¿Se acuerda Ud. donde queda ese barrio-pueblo? Le cuento que sigue siendo después de tantos años y gobiernos tan pobre como entonces.”

“CINCO AÑOS SIN RAÚL ALFONSÍN: SUS HUELLAS Y LAS GRIETAS”, de Fabián Bosoer, repasa un legado y su conflicto. Asegura que el presidente “Seguramente estaría observando con enorme preocupación el divorcio entre la tradición liberal republicana y la tradición nacional-popular, las dos vertientes de lo que -entendía- eran las corrientes políticas que propulsaron la democracia a lo largo de nuestra historia, en un proceso de luchas que sólo a partir de 1983 había podido lograr la dificultosa confluencia entre democracia y república en la Argentina.”

Horacio Pernasetti , en “EL JEFE DE GABINETE Y LA AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN” analiza la reacción de Jorge Capitanich ante la difusión de un informe de la AGN sobre el programa "Sueños compartidos" ejecutado por la Fundación Madres de Plaza de Mayo y financiado con recursos del Gobierno Nacional.

“MALVINAS, UN MANDATO HISTÓRICO Y CONSTITUCIONAL”, es la reflexión del senador Ernesto Sanz en conmemoración del 2 de abril. “La crisis en el este de Europa, a raíz de la anexión de Crimea a la Federación Rusa, además de la preocupación que produce todo conflicto que pueda poner en riesgo la paz y la seguridad internacionales, puede generar condiciones favorables para la política exterior argentina en pos de reinstalar en el escenario mundial la cuestión de las islas Malvinas.”

Los “APORTES A LA DISCUSIÓN SOBRE DEFENSA NACIONAL, SEGURIDAD Y NARCOTRÁFICO” de Julio César Spota añaden valor a una discusión candente. Para el Estado Nacional Argentino se advierte un horizonte estratégico signado por la aparición de amenazas capaces de poner en riesgo los intereses vitales de la sociedad, cuestionar el ejercicio pleno de los atributos de estatalidad, limitar los derechos sociales y vulnerar las garantías individuales. Entre el cúmulo de desafíos susceptibles de identificación en el panorama estratégico local, el narcotráfico se destaca como uno de los fenómenos que denotan mayor crecimiento y proyección de desarrollo.

Tres artículos abordan cuestiones internacionales. Uno de Dorothy Kronick, titulado “LA ECONOMÍA DEL CHAVISMO: ¿POR QUÉ SÓLO UNA MITAD DE VENEZOLANOS ES LA QUE PROTESTA? Mientras la protesta en Venezuela avanza en los barrios de mayor poder adquisitivo, la situación es radicalmente opuesta en los barrios más pobres donde los vecinos permanecen tranquilos en sus hogares. Mientras los venezolanos de clase media y alta queman neumáticos y barricadas de construcción, millones de sus compatriotas más pobres se comportan como simple espectadores de esta situación. Ambos grupos sufren la escasez de alimentos, la elevada inflación y el alto crimen, lo cual a su vez provoca un malestar generalizado; más aún, estos problemas perjudican en mayor medida a los venezolanos a favor del gobierno que a aquellos manifestantes en contra. Entonces, ¿qué los divide?

El segundo es “SOBRE COALICIONES EN TIEMPOS ELECTORALES: LA EXPERIENCIA FINLANDESA”, de Pedro von Eyken, quien se concentra en el cambio de gobierno finlandés llevado a cabo en junio de 2011. Es poco lo que conocemos en la Argentina sobre este país nórdico y su sistema constitucional. Además, el autor resalta es el significado político de las coaliciones con vistas a la contienda electoral de fines de 2015 en la Argentina.

“LA CIENCIA Y LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO”, de Mario Bunge, es el tercero. Durante la campaña electoral del 2012, el candidato presidencial demócrata, Barack Obama, afirmó que la ciencia y la técnica son "la clave de la economía del siglo XXI". Su contrincante, el republicano y fanático religioso Mitt Romney, habló de desarrollo económico, profiriendo al mismo tiempo promesas y amenazas de importantes recortes en los presupuestos de ciencia, ingeniería y medicina.

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DE LA GUERRA (Y LA POLÍTICA)

A un lustro de la muerte del presidente Raúl Alfonsín, sus ideales siguen más vigentes que nunca. La economía en precario equilibrio. Los malabares de las provincias en un año duro. El lanzamiento del Frente Amplio Unen.
Karl von Clausewitz definió a la guerra como la continuación de la política por otros medios. Tal vez enrolada en este pensamiento, la dictadura militar decidió en 1982 que la mejor estrategia era la “profundización” del reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, a través de las armas. Algo lógico si se inscribe a estos personajes – más o menos célebres – en el arte de la guerra, no de la política, del mero poder, y no de la democracia.
La crisis ucraniana, a raíz de la anexión de una parte de ella (Crimea) a la Federación Rusa, es tributaria del más puro pensamiento militarista, antidemocrático y oportunista que pone en riesgo el delicado equilibrio sobre el que se asienta la paz en esa región.
En un sentido opuesto, el gobierno de Raúl Alfonsín dio preeminencia a la política como el arte de resolver los conflictos de intereses a través de la deliberación, en un país que venía de dirimirlos con las armas desde hacía diez años, al ordenar el enjuiciamiento de las juntas militares y resolviendo por la vía de la negociación los litigios limítrofes con Chile, llegando incluso al referendo popular para doblegar la cerrazón del peronismo.
En ese contexto se produjeron dos fenómenos. Uno externo: la recuperación del prestigio internacional de la Argentina, con la decisión de regresar a la Asamblea General de las Naciones Unidas en donde se obtuvo el respaldo casi unánime de la comunidad internacional para que se cumpliese con el mandato de la resolución 2065/65, que dejaba totalmente aislado al Reino Unido, en lo que refiere al reclamo de soberanía sobre las Malvinas. Otro interno: la comprobación de que la democracia se asentaba sobre una justicia efectiva para preservar los derechos humanos. Así, el respeto por el Estado de derecho alejó la posibilidad de que la venganza personal se desplegara, tal como sucediera luego de la Segunda Guerra Mundial en varios de los países europeos ocupados por los nazis y sus colaboradores.
Del mismo modo en que las relaciones internacionales de nuestro país siguen un derrotero errático y contradictorio, las decisiones y el ejemplo de los gobernantes hacia adentro de la sociedad han provocado la agudización de comportamientos anómicos.
Hacia afuera, la decisión de aplicar el principio de la integridad territorial o el principio de la autodeterminación de los pueblos, según convenga, o apoyar regímenes y líderes de dudosa reputación democrática, deja mal parada la reputación Argentina. Hacia adentro, el mutismo por los saqueos y las muertes de diciembre pasado y la reducción de los problemas de la inseguridad al fenómeno de exclusión social, dan una pobre imagen del gobierno. ¿Acaso la “década ganada” no fue un éxito inclusivo? La tesis que la presidente-madre, esbozara en su última cadena nacional, parece contrariarla in toto.
A cinco años de su fallecimiento es importante resaltar que muchas de las políticas, valores y estrategias del presidente Raúl Alfonsín son un legado de gran actualidad y todavía marcan un norte para alcanzar una democracia de mejor calidad. Pero esa democracia no está fundada en el carisma del líder, ni en la prebenda del demagogo, sino en el camino más difícil del respeto a las normas y la construcción de ciudadanía.
Más déficit, más inflación, más devaluación: menos salario.
A una semana de la presentación del dato de crecimiento para el año 2013 con la nueva base 2014, se supo que el déficit de febrero fue de algo más de 7000 millones de pesos, esto es el resultado de un gasto que creció un 41 entre febrero de ambos año, es decir más que la inflación de 2013.
El primer dato – PBI del 3 por ciento para todo el año pasado – derribó las esperanzas de los bonistas que vieron desactivado el detonador del 3,22 por ciento necesario para el pago del cupón en 2014, generando un derrumbe de los precios de estos títulos, ya que muchos tenedores de los mismos interpretaron rápidamente que no habría un desembolso en 2014 por este concepto. La forma del nuevo cálculo, tan misteriosa como el del nuevo IPC, será “revelada” la última quincena de abril. Esto despierta, a su vez, las sospechas sobre el “dibujo” de Guillermo Moreno y su patota en el Indec, de los números de crecimiento de los años anteriores, como así también la grave “sobreestimación” de 8000 millones de dólares en exportaciones de 2013.
Con una inflación esperada en torno al 3 por ciento para el mes de marzo, el salario perderá una buena parte de su poder adquisitivo. Por otro lado, superada la pauta que el gobierno había estimado en el 25 por ciento, el dólar a 8 pesos no podrá seguir, menos aún si el ritmo inflacionario se mantiene constante. Este ciclo vicioso de desajuste es producto de medidas aisladas de ajuste fiscal y política de ingresos, en vez de aplicar una estrategia global contra la inflación.
En este marco, la reducción de subsidios no resolverá el problema fiscal, aunque hará mella en los bolsillos castigados de los usuarios que pierdan el beneficio. Y si bien la posibilidad de volver a los mercados es una salida al ahogo, sería un muy mal negocio tomar deuda para tapar agujeros de ese calibre.
Con este escenario, el 2014 deparará un descenso de la actividad económica y del consumo – de hecho hoy los depósitos crecen más que los créditos – con una más que probable reducción del empleo.
El aumento de las tasas de interés – para frenar el circulante y su “pase” al dólar – contrajo el financiamiento a empresas y particulares y abrió la mesa de la especulación financiera. En marzo, según datos oficiales, los bancos captaron unos 12000 millones de pesos, una cifra impensada para esta época del año; y 8500 millones de cuentas a la vista.
Negar la inflación no ha hecho más que agravar sus efectos y prolongar el deterioro que causa. Aquí, nuevamente recordamos que en su exposición ante estudiantes de Harvard, la presidenta afirmó que “un país con más del 25 por ciento de inflación estallaría por los aires”. La Argentina parece ser más resistente que esa presunción.
Provincias en rojo
En el último mes se verificaron fuertes discrecionalidades en las transferencias automáticas que, si bien revisten ese carácter, se han diferido en el tiempo, según el receptor. Pero ahora no sólo la voluntad política rige esos favores, sino el comienzo de las dificultades para realizar esas transferencias. En Estados provinciales que dependen de la coparticipación para sostener el empleo público, aumentos del 30 por ciento, como el alcanzado por los docentes de Buenos Aires, serán exigidos por los estatales provinciales, empeorando una situación fiscal que ya es precaria.
El “veranito” de un dólar algo más competitivo pasará pronto, por lo expuesto más arriba. Ya se registra el cierre de una ensambladora de cosechadoras en Entre Ríos y la industria automotriz radicada en Córdoba suspende personal y adelanta vacaciones. Es decir que las provincias tienen panoramas más que complejos de cara a un año electoral.
Lo que antes el matrimonio Kirchner controlaba a fuerza de billetera, ahora lo hará regulando la escasez. La pregunta es ¿qué margen de maniobra tendrá frente a gobernadores peronistas con futuro político?
Ernesto Sanz, arquitecto del Frente Amplio Unen
El próximo martes 22 de abril hará su presentación en sociedad, en el Teatro Broadway, del Frente Amplio Unen, integrado por la Unión Cívica Radical, el Frente Amplio Progresista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur.
Esta fuerza presentará su plataforma y luego sus candidatos que dirimirán en internas abiertas – tal como lo hiciera Unen en la Ciudad de Buenos Aires – la fórmula para las elecciones presidenciales y legislativas del año que viene. Allí se anotarán Ernesto Sanz, Julio Cobos por la UCR y Hermes Binner por el FAP, aunque no se descarta que integrantes de UNEN como la diputada por ese espacio Elisa Carrió, y el senador Fernando Solanas, también lo hagan.
El presidente de la UCR, Ernesto Sanz evaluó que “lo que se termina en 2015 es la etapa del péndulo, en la que el menemismo nos llevó al extremo de creer que el mercado iba a resolver todo y el kirchnerismo nos llevó a creer que el Estado iba a resolver todo. Ni lo uno ni lo otro resuelve todos los problemas”.
Cabría agregar que ese péndulo vuelve a la carga con Sergio Massa y Daniel Scioli como exponentes de un peronismo que se recicla en el poder, pero que carecen de las respuestas a los problemas cotidianos y a uno central: construir una democracia de calidad y un Estado acorde al siglo XXI.

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El Nuevo Número de Escenarios Aternativos

EA renueva su sección Protagonistas con una entrevista exclusiva al historiador Luis Alberto Romero.

 

Roberto Frenkel, en EL PAÍS HOY APLICA UN VIEJO PROGRAMA DEL FMI, afirma que la política económica en curso se discute a veces como si se tratara de una política antiinflacionaria. Es un error. Lo que se está aplicando es un programa de estabilización del balance de pagos del tipo de los que promovía el FMI a mediados del siglo pasado.

CUANDO LAS OPOS VIENEN MARCHANDO, advierte Luis Aznar, para quien el régimen político argentino se encuentra en este momento entrando en el paroxismo de las acciones tendientes a estructurar las coaliciones para las futuras elecciones presidenciales del 2015. Esto es lo que hace pertinente desarrollar algunas proposiciones al respecto.

LA CIUDAD, CUERPO A CUERPO EN VILLA LUGANO por Fabio Quetglas Analiza la paradoja de que luego de una década de insistente reivindicación de "la recuperación de la política", un alto porcentaje de conflictos sociales no encuentren otro canal de expresión eficiente que la "acción directa", demostrativa de la degradación de las capacidades de organización, planificación y mediación que todo Estado, en cualquier formato, debe tener. En el caso de las tensiones urbanas, como las tomas de tierras, lo que además queda claro es la incomprensión de las Administraciones de los fenómenos que deben atender.

Martín Tetaz brinda a los lectores de EA un ANTICIPO EXCLUSIVO DE "PSYCHONOMICS: LA ECONOMÍA ESTÁ EN TU MENTE” ¿Cómo funciona la mente? ¿Decidimos razonando, o lo hacemos basados en nuestras emociones? ¿Cómo influyen los distintos sistemas de memoria y que pasa cuando nuestros recuerdos nos traicionan? ¿Por qué muchas veces no podemos controlar nuestros impulsos y gastamos de más? ¿Tenemos una tendencia natural al engaño y la manipulación? Psychonomics es un apasionante recorrido por la Psicología Cognitiva aplicada, que modificará radicalmente nuestra comprensión de la manera en que realmente funciona la Economía.

MICHELLE BACHELET, PRESIDENTA DEL FUTURO Y LA ÉTICA, titula su artículo el presidente de la UCR, el senador Ernesto Sanz, a propósito del nuevo mandato de la líder de la Concertación chilena.

Roberto Durrieu Figueroa sostiene que: LA ARGENTINA, UN REFUGIO PARA EL NARCOLAVADO, porque basta leer los diarios de los últimos días para comprender el grado de confusión y superficialidad con el que las autoridades se refieren al flagelo del narcotráfico. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, sorprende a todos al afirmar que la Argentina, ahora, es un país productor de drogas. Casi al instante el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dicen exactamente lo contrario.

IZQUIERDAS Y DEMOCRACIAS, NOTAS SOBRE VENEZUELA, por Juan Russo analiza el fenómeno del chavismo. Desde el populismo, pareciera que el proyecto de separación de poderes y de pluralismo de información fuera bagaje de la derecha latinoamericana; que la democracia liberal de masas, con organizaciones partidarias que procesan el conflicto, fuera un producto de oligarquías conservadoras; que reclamar imperio de la ley, fuera ceñirse a intereses corporativos. Pareciera que el proyecto de democracia iniciado en los años 80 en la región (con sus sueños de salud universal, justicia, educación, y convivencia solidaria) y con garantías de desarrollo de la pluralidad, fuera un anacronismo, superado ya por el nacionalismo popular del siglo XXI. Es desde el horizonte de esa democratización que parten estas notas sobre la democracia venezolana.

Gabriel Palumbo, en LA RETÓRICA RANCIA DEL PROGRESISMO, se pregunta cómo es posible que al progresismo argentino le cueste oponerse a un proceso que se define como igualitario, como sucede con el chavismo, y crea que cualquier cuestionamiento lo coloca en una posición de derecha. Pero una opción mucho más inquietante es que no lo critique porque no cree que se pueda hacer convivir a la igualdad con la libertad.

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De Erman a Axel

El discurso presidencial y el decurso de la economía. Medidas parciales deparan un futuro complejo. La introducción de la reforma al Código Penal. La crisis de Venezuela y la reacción regional: Brasil asume el liderazgo.
El contador y ministro de economía de Carlos Menem, Erman González hablaba de “deslizamiento de precios” para mencionar la inflación. Axel Kicillof habla de “variación de precios” luego de haber “sincerado” algunas variables y puesto a hacerlo con el resto, medidas a las que jamás llamará ajuste, tal vez las denomine “adaptación”.
En una opinión pública cambiante, voluble y ávida, los pasos del gobierno para frenar la corrida han dado sus resultados al precio de echar bajo la alfombra los problemas polvorientos que arrastra desde hace varios años. Porque “secar la plaza” de pesos con la elevación de la tasa de interés y devaluar, logró el efecto de un antitérmico en un paciente con una grave infección: la inflación. A la vez que no se ha acompañado de medidas fiscales necesarias para completar un plan antiinflacionario.
Se frenan los síntomas de una enfermedad que sigue menguando sin tregua la salud económica del país y el poder adquisitivo de los asalariados. Por caso, el mes de febrero registra la liquidación de divisas más grande de los últimos trece años. Los sojeros “antipatria” volcaron a la plaza casi 2000 millones de dólares. Paradójicamente, en el mismo período el Banco Central – conducido nominalmente por Juan C. Fábrega – perdió 200 millones de dólares. ¿Qué ocurrirá cuando esta entrada excepcional llegue a su fin en abril?: volverá la fiebre. Tampoco cede la caída de depósitos.
La combinación de torniquete monetario y devaluación, que ha logrado una calma aparente, trepida además, ante el resultado de las negociaciones salariales en curso. Cuando se conozca el índice de inflación de febrero, la puja distributiva volverá a acelerarse con resultados insospechados. En principio, no se sabe cuándo se iniciarán las clases este año, un panorama patético para un gobierno que se jacta de haber hecho el mayor gasto público en educación – principalmente en salarios – a la vez que exhibe los peores indicadores en cuanto a la calidad de los aprendizajes de sus alumnos.
El horizonte de retracción de la actividad económica – más severa que la actual – es inevitable con el alto costo del crédito, el encarecimiento del consumo y la carrera entre precios y salarios.
Ninguna de estas consideraciones ocupó el discurso propagandístico de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en su último mensaje de apertura de sesiones del Congreso. Esto significa que deberá afrontar – pese a las maniobras de “compra de tiempo" – las consecuencias de doce años de políticas económicas facilistas con un contexto apropiado para ello. El deterioro fiscal causado por negar la inflación, congelar las tarifas y retrasar el tipo de cambio, para no generar mayor presión sobre el índice de precios, está haciendo eclosión.
El círculo vicioso que operó durante los dos gobiernos de la actual presidente, llevó los subsidios y el problema cambiario a un punto insostenible para el BCRA, única fuente con la que cuenta el gobierno para financiar un tesoro que no da abasto con el aumento del gasto. En todo el 2013 el BCRA emitió pesos equivalentes al 3,5 por ciento del PBI para financiar el déficit fiscal y, al mismo tiempo, perdió 13.000 millones de sus reservas, burlando al cepo. En 2014, durante el turbulento enero perdió 2.800 millones hasta la devaluación.
Pero el discurso inaugural no tuvo referencias a la devaluación, ni a la inflación, aunque pidió a los trabajadores que moderen en las paritarias sus pretensiones, que para la peculiar dupla “Coquicillof” debería ubicarse por debajo de la inflación esperada. Para que la devaluación del 25 por ciento y las tasas de interés al 30 por ciento anual actúen como una nueva ancla de la economía, los salarios deberán crecer menos que una inflación que se baraja en torno a un 40 por ciento. Los jubilados y pensionados ya han sido “puestos en caja” por un aumento que no alcanza para recuperar la pérdida de poder adquisitivo del año pasado.
La otra variable que depende pura y exclusivamente del gobierno es la reducción del gasto público, que al revés de lo aconsejado, se ha elevado en un 45 por ciento en el último mes. Probablemente, una vez fijados los niveles salariales, se aplicará la pospuesta “sintonía fina” de reducción de subsidios que golpeará nuevamente a los asalariados.
Con reservas para sólo cuatro meses de importaciones – eran trece cuando Cristina Fernández asumió su segundo mandato – y 9000 millones de dólares de vencimientos de deuda, más otro tanto de importaciones de energía, el panorama de los próximos meses se presenta con grandes nubarrones. En caso de aceptar la existencia de esa tormenta, seguramente el gobierno estará pensando más en un culpable que en una solución razonable.
Código Penal
La presidente no fijó muchos objetivos para el año legislativo 2014. Sin traza de ideas económicas, salvo la meneada comparación con el 2001 – si comparara con el gobierno de su marido y su primer turno quedaría en desventaja – tres cuestiones quedaron planteadas: acotar la protesta social en un año en que estará a la orden del día y que no necesita más que la aplicación de la legislación vigente. Sin duda, el plato fuerte fue el anuncio de que se enviaría el nuevo Código Penal trabajado durante meses por especialistas de todos los partidos.
Sergio Masa fue el primero en rechazar de plano la iniciativa de reforma aduciendo ciertos asuntos que ameritan un análisis más sesudo. A partir de allí se abren dos lógicas: la que obedece al debate serio sobre su contenido y al de la oportunidad de encararla. La oposición quedó entrampada en estas dos lógicas y debería tener reflejos más atentos a eventos que requieren la toma de decisiones, de iniciativas y de actitudes propositivas.
Por último, además de reconocer que el memorándum con Irán fue un fracaso, la presidente apoyó al “pueblo de Venezuela” únicas líneas trazadas en materia de relaciones internacionales, además de la infaltable – casi de rigor – cita a la soberanía de las Islas Malvinas.
La pequeña Venecia
Acuciada por los resultados nefastos de una política económica facilista, Venezuela vive momentos difíciles en el plano político, debido a la eclosión de dichos problemas. Preocupados por el apresamiento de dirigentes, torturas y asesinatos no esclarecidos – más allá de los 10.000 homicidios anuales que registran las estadísticas del crimen – y por el tinte caótico que tomaron los acontecimientos, cuatro ex mandatarios de la región condenaron, en un comunicado, la delicada situación de los derechos humanos, causados por el chavismo, e instaron a que haya en ese país "un debate constructivo conforme a los cánones de la democracia reconocidos universalmente".
Firman el docuemnto Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso, Toledo y el costarricense Oscar Arias, premio Nobel de la Paz.
En el documento, los cuatro presidentes se declaran "amigos de la democracia venezolana" y manifiestan su "preocupación y alarma" por la violencia desde el 12 de febrero, cuando se iniciaron las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
En la declaración se pide a todas las partes que inicien un debate constructivo para sacar a Venezuela de la "extrema polarización e intolerancia" y se reclama, "muy especialmente", al gobierno chavista que establezca "sin demora las condiciones propicias para ese debate, con una agenda compartida y sin exclusiones".
Por último, hacen "un llamado a la comunidad internacional a sumarse a un esfuerzo concertado para el fortalecimiento de la democracia y la preservación de la paz en Venezuela". Según datos oficiales, al menos 19 personas han muerto y más de 200 han resultado heridas en los hechos de violencia que han rodeado las protestas, en su mayoría no aclarados.
En línea con una iniciativa regional para conjurar la crisis, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lidera personalmente las negociaciones para la cumbre de Unasur en Chile trate el asunto esta semana, evitando así la intervención de la OEA.
El Planalto dejó trascender, además, que la reunión prevista en Santiago de Chile sumaría a su postura moderada a la flamante presidente – que vuelve a ese cargo – Michelle Bachelet, en contraposición a las más radicalizadas en favor de Maduro de los gobiernos de Ecuador y Bolivia.
Hasta aquí, Rousseff evitó pronunciarse sobre la situación en Venezuela y la única vez que lo hizo fue el mes pasado, durante una visita a la sede de la UE en Bruselas. Allí bregó por una solución consensuada entre el gobierno y la oposición del país caribeño, aunque siempre dejando en claro que un golpe de Estado contra el gobierno de Nicolás Maduro tendría el mismo tratamiento que las autoridades paraguayas surgidas tras la deposición del ex presidente Fernando Lugo, en julio de 2012. Es decir, la expulsión del Mercosur.
Por su parte, el gobierno argentino mantiene con el chavismo un vínculo trenzado entre la ideología y los negocios que lo obligan a seguir siendo “compañeros de relato”. De allí las palabras de la presidente, el 1 de marzo, y el apoyo que vino a buscar hasta unas semanas el canciller – y presidenciable – Elías Jaua.