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La Destitución de Lugo: La Crónica y la Historia

PARAGUAY-LUGO-POLITICAL-TRIAL-FILE La crónica periodística registra que, en pocas horas, el Congreso de Paraguay destituyó por una mayoría amplísima, 76 votos positivos sobre un total de 80 en la Cámara de Diputados y 39 sufragios favorables sobre 45 posibles en el Senado, al Presidente Lugo. Las causales de la destitución incluyen episodios graves, como la muerte de civiles y policías en enfrentamientos durante una ocupación de tierras y, también,  argumentos carentes de toda seriedad.

El proceso de la destitución respetó escrupulosamente los  preceptos normativos del proceso del juicio político pero, sin dudas, puede ser objetada la celeridad del procedimiento. (1)

Los hechos, como no podía ser de otra manera, tuvieron amplia repercusión y fueron objeto de análisis variados. Por caso, es interesante contrastar la opinión de dos académicos de la misma Universidad, la UTDT, publicados en el mismo diario, La Nación, el domingo pasado. Allí, Juan Tokatlián y Carlos Gervasoni presentan argumentos enfrentados: el de alertar sobre el “auge del neo golpismo” frente al necesario respeto a una decisión “desprolija pero constitucional”.

Lo concreto es que, más allá de la interpretaciones, Fernando Lugo es, por la decisión del Congreso, el primer Presidente paraguayo destituido a través del juicio político, pero es pertinente analizar el caso a la luz de la historia reciente.

En la segunda mitad del siglo pasado, la existencia de  gobiernos autoritarios distinguieron la historia política de los países de América del Sur y Paraguay fue, con la dictadura de más de tres décadas de Stroessner, un caso emblemático.

Recién con la inauguración democrática en Argentina en 1983, luego del trágico fin de la aventura de Malvinas, los países de la Región iniciaron un camino, pleno de dificultades y no exento de retrocesos, hacia formas de gobierno de cuño democrático. En el caso de Paraguay, como otros países vecinos y a diferencia de la Argentina, la transición fue pactada y al dictador lo sucedió el Jefe del Ejército que, a su vez, estaba relacionado familiarmente con el dictador.

Ahora bien, que los golpes de estado en América Latina sean una cosa del siglo pasado no significa que la estabilidad de los gobiernos surgidos de elecciones esté asegurada. En efecto, desde 1992 son 14 los Presidentes que, habiendo sido elegidos por los ciudadanos, no  concluyeron sus mandatos. Peor aún, solo dos de ellos, Collor de Mello en Brasil en 1992  y Carlos Andrés Pérez en Venezuela en1993, dejaron sus cargos luego de que el Congreso avanzara en el camino del juicio político.

La historia reciente del Paraguay está también, desde la salida del dictador,   plena de zonas oscuras que incluyen, entre otras, el asesinato del Vicepresidente  en funciones, ex integrante de la Corte Suprema, Julio M Argaña en Marzo de 1999; la renuncia del Presidente  Raúl Cubas frente a un juicio político en desarrollo  luego de que francotiradores dispararan contra manifestantes opositores ese mismo año; intentos de golpes de estado encabezado por el sedicioso asilado en Argentina, en el gobierno del Presidente Menem, General  Lino  Oviedo; designación por parte del Congreso como Presidente del titular del Senado, Luis González Macchi -que superó tres intentos de juicio político, uno de ellos por “terrorismo de estado”- y posterior elección popular de un vicepresidente, J L Franco,  candidato de un partido opositor y las denuncias de intento de envenenamiento del Presidente Nicanor Duarte Frutos en el 2007.

Los sucesos recientes en Paraguay deben permitirnos extraer enseñanzas:

– La sucesión  en los regímenes de “partido hegemónico” requieren de amplias coaliciones políticas. En Paraguay, en la práctica, una misma fuerza política gobernó el país desde Stroessner hasta la asunción del Presidente Lugo.

– La construcción democrática requiere, además de ejemplaridad de los gobernantes, instituciones en el sistema político – verbigracia partidos políticos- aptas para mediar en sociedades acuciadas por demandas de igualdad de oportunidades históricamente desoídas.

– Es necesario saber distinguir la estabilidad del sistema democrático, en tanto régimen, de la de los Presidentes. En un sistema democrático de tipo presidencialista, como el que rige en todos los países de América Latina,  los integrantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativos son todos resultados de elecciones de los ciudadanos.

– Algunos países de América Latina, por la debilidad de su sistema de partidos, son más vulnerables que otros a las tensiones políticas y sociales, especialmente en situaciones de crisis económicas

Y para nosotros en Argentina es conveniente tener presente, como afirma Aníbal Pérez-Liñan en su ensayo Juicio Político y Nueva Inestabilidad Política en América Latina, que “la fuerza de la presidencia ganada a costa de las debilidades de otras instituciones no es garantía de supervivencia política en tiempos difíciles”.

 

 

(1) En una  república donde rige el presidencialismo, cuando se verifica un conflicto  que afecta la estabilidad del poder administrador en su relación con el Congreso, para superar un bloqueo institucional es posible acudir al instituto del juicio político. En rigor, la institución del juicio político es típica de los sistemas presidencialistas que rigen en todos los países de América Latina que replicaron el ordenamiento de los Estados Unidos, primer país que adoptó una constitución presidencialista.

En los regímenes parlamentarios, en cambio, la situación de  bloqueo institucional se supera cuando el Gobierno pierde la mayoría por una moción de censura de la Legislatura, o cuando se  convoca a elecciones anticipadas para elegir nuevamente la composición del cuerpo legislativo.

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Un Juego Socialmente Peligroso

ruleta El año pasado, sólo en la Ciudad de Buenos Aires, entre el casino flotante, las máquinas electrónicas del hipódromo y las salas de Bingo, se jugaron casi cuarenta y cinco mil millones de pesos. Sí, leyó bien, más de diez mil millones de dólares.

 

Para tener una idea de la magnitud relativa de este verdadero despropósito social, basta saber que el Presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires del año 2011 fue apenas la mitad de lo que se jugó en la ciudad en ese año, o que el monto jugado el último año en la Ciudad es superior a toda la obra pública del Estado Nacional, las erogaciones de la asignación por hijo – mal llamada universal- y las asignaciones presupuestarias del Conicet sumadas.

En los últimos cuatro años, durante los primeros mandatos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, la suma de dinero jugada en la Ciudad – solo en las tres variedades de juego verificadas- aumentó más del setenta por ciento.

La información disponible, cuya obtención es una verdadera misión imposible, permite saber que los ingresos del concesionario del casino, donde el monto jugado casi se multiplicó por tres desde el año 2007, alcanzaron en los últimos cuatro años una cifra que orilla los dos mil quinientos millones de pesos, más de seiscientos millones de dólares.

En el caso de las máquinas electrónicas, los ingresos del operador superaron en los cuatro años los tres mil trescientos millones de pesos, más de ochocientos millones de dólares.

Por su parte, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires percibieron el año pasado escasos ciento ochenta y cuatro millones de pesos cada uno, es decir menos del uno por ciento de lo que se jugó en el año en el casino y en las máquinas electrónicas.

En adición a la conducta socialmente disvaliosa que revela el auge del juego y, por otra parte, la exigua contribución fiscal con la que habitualmente se pretende justificar su promoción, corresponde consignar que el mismo es internacionalmente considerado como “una actividad financiera” de alto riesgo en relación con las prácticas delictivas del lavado de dinero.

Esa caracterización impone – de acuerdo a los criterios del organismo intergubernamental del cual forma parte nuestro país, el GAFI- la necesidad de conocer en detalle la composición accionaria y el origen de los fondos de los concesionarios de las salas de juego; asimilar los jugadores a los clientes de un banco que deben ser identificados y, por último, que las salas de juego presenten una detallada base de datos de sus operaciones. Los análisis y recomendaciones del GAFI tienen en cuenta el extraordinario volumen del movimiento de capitales ilegales que, según estudios recientes de las Naciones Unidas, han sido estimados en 10000 millones de dólares diarios.

Desde esa perspectiva, el desempeño de nuestro país ha merecido del organismo competente, el GAFISUD, en la última evaluación de Diciembre del 2010 una recomendación por la que se “debe implementar un régimen normativo y de supervisión de antilavado de activos para los casinos”, en especial porque “no hay autoridad competente para supervisar a los casinos”.

Esa recomendación se funda, entre otras razones, en que según los propios datos oficiales, de las 10712 denuncias de operaciones sospechosas de lavado de dinero recibidas por la UIF desde el año 2002 hasta el mes de Marzo de 2011, solo 26 fueron reportadas por salas de juego.

La Argentina cuenta, según un Informe específico del GAFI sobre la vulnerabilidad a delitos de lavado de dinero en los casinos de Marzo del 2009, con más de 80 salas de juego que debían aplicar las recomendaciones, una cantidad que se equipara al total de salas en todos los países de América del Sur.

La sociedad argentina no puede enfrentar la nociva y creciente actividad del juego privado con un Estado que alienta su desarrollo con inadmisibles exenciones tributarias y arbitrarias prórrogas contractuales. Los actuales gobernantes, al hacerlo, se hacen cómplices de una actividad privada altamente rentable y peligrosamente tóxica en términos sociales.

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Una Lectura Recomendada

En el último número, que salió hoy, de Escenarios Alternativos podrán encontrar a:

José María Fanelli en: UN PAÍS CADA VEZ MÁS AL MARGEN DE LA LEY (DE LA OFERTA Y LA DEMANDA) describe las acciones económicas del gobierno, siguiendo un patrón de cambios de reglas de juego para mantener el equilibrio económico.

Aldo Isuani recorre la situación de los jóvenes en: SIN ESTRATEGIAS PARA LA INSERCIÓN DE LOS JÓVENES

El perspicaz contador LoCane nos hace pensar con: ¿POR QUÉ TANTO LÍO CON EL IMPUESTO A LAS GANANCIAS DEL TRABAJO?

Alejandro Bonvecchi analiza el juego de la oposición frente al oficialismo en: FUTURO SIN DUEÑO.

Hipólito Solari Yrigoyen, protagonista del “Cordobazo” recuerda la gesta popular en:

RECUERDOS Y HOMENAJE PARA EL CORDOBAZO.

José Luis Machinea nos presenta en: ¿LA ”SOLUCIÓN ARGENTINA” PARA EUROPA? Un análisis de las salidas a la crisis europea.


Y la habitual coyuntura política aborda la tozudez oficial ante las dificultades económicas, políticas y sociales. La encrucijada de Daniel Scioli. Detalles del viaje a Angola y la particular posición judicial de Macri, fruto de sus errores políticos.

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CFK versus Dilma

dilma y CFK El funcionamiento institucional de nuestro país se distingue, de acuerdo a la caracterización del recientemente fallecido Guillermo O’Donnell, por ser una democracia de baja intensidad. Las debilidades institucionales del funcionamiento de nuestra democracia es tal que un grupo de casi doscientos periodistas constituyó una asociación llamada Conferencia de Prensa llamando la atención sobre “la negativa de los funcionarios de gobierno a rendir cuenta de sus actos, un  aspecto sustancial del acceso a la información”.

Esta ingrata costumbre oficial nada tiene que ver con supuestas batallas épicas, antes al contrario ilumina  el costado más reaccionario, por oligárquico, de la administración de los Kirchner.

Al mismo tiempo contrasta con las mejores prácticas de gobiernos verdaderamente progresistas como el de Dilma Rousseff en Brasil, que acaba de inaugurar en Brasilia el Foro Intergubernamental  Alianza para Gobiernos Abiertos, un emprendimiento donde 52 países que reúnen a 1700 millones de habitantes deliberaron acerca de la gobernabilidad con el objetivo de expandir la transparencia, condición indispensable de una democracia en la cual la rendición de cuentas esté garantizada.

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Fuga de Capitales: No Se Habla, pero Hay

Paglieri  Eduardo Anguita, respetable periodista que adhiere al Gobierno de la Presidente Kirchner,  tuvo un diálogo telefónico en su programa radial con la Secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri.

Allí la funcionaria, además de amonestar al periodista por el tono de la pregunta afirmó: “No hay fuga de capitales y si lo hubiera sería un hecho grave”.

Bueno, creo que habría que ir avisándole a la funcionaria que ese episodio grave se viene produciendo desde hace más de cuatro años y que está adquiriendo  matices preocupantes.

En efecto, entre los años 2003 y 2011 el esquema de gobierno se sustentó en tres pilares, uno de los cuales era el superávit del comercio exterior, cuyo saldo acumulado – exportaciones menos importaciones- fue de alrededor de 132000 millones de dólares.

De acuerdo a los datos oficiales, ese saldo comercial favorable se destinó al incremento de las reservas en alrededor de 38000 millones de dólares; a las remesas netas originadas en la Inversión Extranjera Directa – utilidades, royalties, etc- por una cifra cercana a los 23000 millones de dólares; a pagos netos  a organismos multilaterales de crédito – el llamado desendeudamiento- por alrededor de 11000 millones de dólares y el resto,  casi 60000 son salida de capitales privados.

La acumulación de activos externos , vulgarmente conocida como  fuga de divisas, fue equivalente a algo menos de la mitad del superávit comercial generado en  los ocho años de gobierno de los Kirchner.

El tono de complejidad creciente de la situación económica , que el Gobierno se empeña en negar, se revela cuando los tres pilares del cual el Gobierno se vanagloriaba están seriamente debilitados, esto es los superávits fiscal y comercial se transformaron en deficitarios y el tipo de cambio  impactado por la inflación repercute en dificultades crecientes para los exportadores.

Con un escenario previsible mucho menos auspicioso, tanto global como localmente, es difícil pensar que esa salida de capitales se detenga o se reduzca en los próximos meses por lo que los periodistas serios, amigos o distantes del gobierno, deberán de abstenerse de preguntarle a Paglieri o, más probable, los funcionarios deberán tener otra política.